martes, 2 de noviembre de 2010

Antonio Machado

“Caminante, son tus huellas
   El camino, y nada más,
   Caminante, no hay camino,
   Se hace camino al andar”

                -La vida no es un juego de los dioses, no es fruncir el ceño sentado para que así la gente se dé cuenta de nuestro enfado. La vida no tiene dueño ajeno, somos nosotros, caminamos de la mano junto a ella, sin darnos cuenta de lo que hacemos, la vida es caminar por nuestros sueños, es cumplirlos para más tarde, depositarlos en el cajón de la realidad existente en nuestro recuerdo, porque cuando nosotros pasamos por la vida sin mirar, ella se que en la sombra y lo que dejamos atrás, no es nada, simplemente las acciones que hicimos nosotros sin pensar, porque la vida no es la dueña de nuestra felicidad, sino la forma de conseguirla sin pestañear.

“Al andar se hace camino,
  Y al volver la vista atrás
  Se ve la senda que nunca
  Se ha de volver a pisar”

               -El camino son nuestros pasos, el camino es nuestro pensamiento en cada verso, el camino somos nosotros, el camino, simplemente el camino, es nuestra vida pasar de lado, no es un periodo de tiempo tomado por las decisiones de nuestros superiores, es el que nosotros tomamos, puede ser un objetivo en la vida, para así, darle un sentido, el camino no es mirar atrás y contemplar los errores al caminar, no es sufrir melancolía por los días perdidos en la soledad, no es confundir la brisa con el verano otoñal, porque lo pasado, pasado está, podemos mirar atrás para recordar, pero nunca para darnos cuenta de lo que hicimos mal, la añoranza puede ser amiga, pero a veces también nuestra peor enemiga.

El recuerdo es un regalo que no podemos despreciar, pero nunca debemos desear el pasado cambiar, porque nuestra esencia, no esta en las acciones mal hechas, sino en las que quedan por llegar.

“Caminante, no hay camino,
  Sino estelas en la mar”
               -A veces hubiese deseado no hacer cosas que en su momento hice, pero eso no lo podemos cambiar, porque hechas ya están, y siempre se quedaran en el corazón de los que las vieron pasar, pero esa, es la recompensa de experimentar, pues siempre seremos capaces de recordar, y aunque cada día el olvido se acerce más, si merece la pena en nuestro corazón guardar, ese deseo no sucumbirá, pues se hará real y un día lo podremos contar, para darnos cuenta que la vida es un camino que paso por nuestro lado, nos saludo con la mano y se despidió de nosotros con un abrazo.

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