viernes, 11 de marzo de 2011

Chiste del sentimiento

Me rio en silencio,como el ciervo que camina por la ignorancia de su terreno y mira al cazador con desprecio,intentando que este encuentre en el un demonio con el que comienze a tener miedo,sintiendose su propio furtivo y arma letal incrustada en el pecho.

El ciervo se sorprende,pues el campechano huye sin hacer ruido,retorna a su hogar desprestigiado,haciendo el juramento de su regreso,pero el animal sabe,que ese pensamiento no se hara cierto,porque su reflejo le persigue como un espejo,haciendo de este hecho,un simple chiste del sentimiento.

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