Presentate

Presentate,
conoceme cuando aun nadie se atreve,
hablame en el silencio de verme,
con una mirada centelleante,
cabizbaja por si alguien escucha mis palabras acalladas,
mantenidas en jaque por ese peon endiablado,
escapado de las fauces del caballo afeminado,
que aunque no ha dejado rastro,
sabe que le ha burlado,
utilizando las herramientas de ese juego cuadriculado.

Presentate,
aunque no sepas de lo que hablo,
y me refiero a esa confusión de voluntariado,
que utiliza un incomprendido vulgarismo que hace de estas palabras,
un laberinto que cada segundo cambia camino.