Me ves ignorante salvaje y conoces mil lugares, quizás tengas razón,porque si es así, vienes a mi con tanta desesperación, no buscando lecciones que dar,tampoco enseñanzas que predicar,solo un cuenco vació de conocimiento y sabiduría que hace de cada día poco contar,pues aún siendo ciudadano del mundo te sientas frente a una banqueta vacía sin nadie a quien hablar,ni siquiera perteneces a un algo llamado hogar,no sientes formar parte de ningún lugar,por eso pensaste en venir a estas tierras sin igual,intercambiando tus grandes ciudades de rascacielos por esta fauna salvaje que grita sin parar,cambiaste tus finos trajes de seda por esta pradera sin techo que mostrar,ni focos ni velas con las que poder alumbrar, únicamente la luna y las estrellas que reflejan el mar de este verano otoñal.
No buscabas aventuras cuyo objetivo era el oro y las joyas,no pensabas en volver a tu tierra natal,tampoco viste necesario regresar,solo miraste hacia delante para no tropezar con alguna piedra al caminar. Creíste bien soñar al alba y descansar al llegar la madrugada,no viste necesario buscar la rutina en este valle de agua helada,no imaginaste encontrarte a ti mismo pasadas pocas semanas de tu llegada,ni sacrificar tu vida por alguien de color de piel distinta. Llegaste con una idea clara, no seguir siendo culpable por esas noches transcurridas en soledad que al pasar los días forman parte de compañeros de aventuras porque aún cuando creíste ser alguien te diste cuenta que el tiempo no olvida si tu no te perdonas a ti mismo.
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