Como contar historias que nunca fueron imaginadas y menos aún narradas,como ser indiferente a los que te rodean si todos compartís el mismo lugar en el que esperar,un espacio abierto al público de cada rincón de la ciudad sin existir una sola propiedad privada que haga olvidar la igualdad de cualquier persona que sin riquezas ni estatus social pueda ser lo que una vez llego a soñar.
Mil historias que contar,mil que se dejaron a medio terminar y que sin duda habrían sido un buen pasatiempo de interés general,pero que por una cosa o por otra,el trayecto llego a su final,dejando ese punto y aparte que cada noche al llegar a casa olvidamos puntear,sin una razón clara,únicamente
volver a empezar,buenos noches y hasta mañana metro de madrid.
Guaaaaaapoooo
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