En los asientos de un vagon viejo yo me impaciento,inclinando la cabeza hacia el exterior por si entre la maleza algo veo,la estación se ha vuelto oscura y siniestra,la primavera aqui ya no llega,pues parece que la vida ha dejado de existir en este rincón de tierra maltrecha.Las aves ya no cantan,las flores se han disuelto en arena y la sequedad,es el pan de salamandras apostadas entre la hierba seca.
El tren ya no avanza y hace ya mucho tiempo que no escucho el apabullante sonido del jaleo,ni de sus continuas disputas infravaloradas,unicamente el silbido de mis hojas del libro pasar de un lado a otro,pues pienso que quizás me he quedado solo y ante la agonía de no saber entender a la soledad,he comprendido que mi dolencia es mi amistad más cercana,porque nunca sabes que podra deparar el día de mañana.
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